domingo, 22 de junio de 2014

Osito de peluche

Theodore Roosevelt ocupaba la silla presidencial de los Estados Unidos, puesto al que                     había llegado por el asesinato del anterior presidente, William McKinley, en 1901. Un año más              tarde, Roosevelt decidió que necesitaba unas vacaciones después de arreglar un peliagudo       problema entre los United Mine Workers of América y los dueños de las minas quienes,                     de hecho, se estaban beneficiando de la situación, que provocaba un aumento en los precios                del carbón conforme se acercaba el invierno, época en la que más era necesario dicho                combustible para la calefacción de los hogares.
Decía, pues, que posteriormente de dar solución a los nunca sencillos problemas entre sindicatos y patrones, Roosevelt se dio el tiempo de aceptar la invitación que le hizo el gobernador de Mississippi, Andrew Longino, para ir a cazar a aquellas tierras. En realidad, Longino quería beneficiarse del renombre y popularidad de Roosevelt, convencido de que esto podría ayudarle a apuntalar su reelección en la gubernatura al año siguiente, cuando tendría que enfrentar al carismático James K. Vardaman.
De esta manera, Roosevelt puso rumbo a Mississippi y se encontró con Longino a mediados de noviembre de 1902, para luego trasladarse al pueblo de Onward, 30 millas al norte de Vicksburg, donde daría comienzo la caza. Roosevelt se mostró impaciente y declaró que quería ver un oso desde el primer día, lo que para su mala fortuna no sucedió. No obstante, al día siguiente la comitiva de caza, conformada numerosos jinetes, reporteros, 50 perros y por el guía Holt Collier, por fin avistaron a su presa, un viejo y gordo oso de unos 106 kilogramos, al que después de un rato de persecución por fin pudieron acorralar tanto Collier como sus perros de caza y otros jinetes.
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Holt Collier
 El presidente se había quedado atrás y el oso, mientras tanto, rodeado y sin escapatoria, había emprendido una dura defensa cuyo saldo fue de varios perros muertos y heridos. Collier quería salvar la presa para que Roosevelt pudiera cazarla, pero también quería salvar los perros que aún no habían caído víctimas de las zarpadas del enorme mamífero, por lo que se limitó a propinar tremendo golpe al cráneo del animal con la culata de su escopeta, dejándolo semiinconsciente. Collier procedió entonces a amarrar al animal a un árbol en espera de la llegada del presidente. Cuando por fin apareció, Collier pidió a Roosevelt que disparará contra al animal, pero al verlo en un estado tan lamentable y de completa indefensión, el presidente juzgo que sería “antideportivo” y guardó su arma.
 Al estar rodeado de reporteros, la acción del presidente se hizo conocida de inmediato. Para el lunes 17 de noviembre, el conocido caricaturista Clifford K. Berryman hizo un dibujo en el que se mostraba la actitud compasiva de Roosevelt ante un animal indefenso, lo que sirvió para fortalecer la posición del presidente respecto a los posibles linchamientos de negros impulsadas por el contendiente de Longino a la gubernatura de Mississippi, James K. Vardaman.
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"Drawing the line" Título que Clifford K. Berryman le puso al dibujo.
                                               
La caricatura se hizo popular y un matrimonio de inmigrantes judíos rusos (Morris and Rose Michtom) que poseía un establecimiento de venta de dulces decidió confeccionar un Teddy’s bear y exhibirlo en su tienda. Como recibieron diversas ofertas y el matrimonio no sabía si sería correcto vender el muñeco sin la aprobación de Roosevelt, envió uno de los Teddy Bears al presidente preguntando si se opondría a la comercialización del juguete. Roosevelt respondió que no había ningún problema y que no se oponía a su comercialización, por lo que el matrimonio Michtom inició el lucrativo negocio de venta de Teddy Bears. Tan bien les fue, que abandonaron el negocio original de venta de dulces y se dedicaron de lleno a la confección del popular juguete que se mantiene vigente hasta nuestros días.
 Tanta repercusión llegó a tener entonces, que Roosevelt uso el dibujo del oso como emblema del partido republicano para las elecciones presidenciales de 1904 (que ganó).
                                                       
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Uno de los primeros Teddy Bears.

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